El mal de altura es uno de los típicos temas de conversación y preocupación de los visitantes de Cuzco y el Machu Picchu. Y es que cualquier persona, incluso aquellas que están en buena forma, puede experimentar los síntomas del mal de altura en altitudes superiores a los 2.500 metros de altura. Machu Picchu está a una altura algo inferior (unos 2.500 metros), pero el problema se agrava en Cuzco (3400 metros) o en determinados tramos del Camino Inca, como Warmiwañusca, con alturas superiores a los 4.200 metros. Por ello, un consejo habitual es dedicar el primer día a Machu Picchu al llegar a Cuzco, lo que permite la aclimatación más cómoda. Una vez acostumbrados a las alturas, se pueden visitar otros lugares del Valle Sagrado ubicados a mayor altitud.
Los síntomas más habituales son dolores de cabeza, sensación de letargo, problemas de coordinación, dificultad para dormir, mareos, nauseas y vómitos. En casos más intensos pueden producirse problemas más preocupantes como dificultad para respirar, taquicardias, problemas en la piel, dificultad para caminar, irascibilidad etc.
En fin, que no es algo para tomarse a broma.
La mayoría de los turistas no sufren grandes síntomas siempre que tomen unas medidas básicas de precaución. Sí que tienen que ser más cuidadosos aquellos que hayan tenido episodios intensos de este tipo en el pasado, las personas con problemas de corazón, deportistas o personas que hayan bebido alcohol.
Consejos para evitar el mal de altura.
Daremos los clásicos consejos para paliar el mal de altura. Por experiencia propia, los más efectivos si no hay patologías previas, son no obsesionarse, tomárse los paseos con tranquilidad y respirar hondo. Cuanto mejor se haga la aclimatación menores serán los síntomas.
– Lo ideal es por ejemplo emplear 2 o 3 días en aclimatarse a esta altitud, antes de emprender subidas a mayores niveles
– Hay que caminar despacio y evitar grandes contrastes de altura en un mismo día, no más de 400 metros, y si es posible dejar un día libre cada 800 metros aproximadamente.
– Beber más agua de la habitual y evitar bebidas alcohólicas o tabaco.
– No tomar comidas muy pesadas pero tampoco sustancias relajantes o inductoras del sueño.
– Tomar algún medicamento como la Acetazolamida, que no debe por cierto sustituir al resto de medidas. Otro medicamento habitual es el Salmeterol. No hay evidencia de que la infusión de coca tenga algún efecto para disminuir la incidencia del mal de altura.
Qué hacer en caso de sufrir el mal de altura
– En primer lugar admitirlo y ser consciente de ello, evitando llevar al cuerpo más allá de lo que puede soportar. Para ello hay que dejar de realizar ascensos al menos durante 24 horas y hasta que los síntomas remitan.
– En caso de no mejorar en 24 horas, hay que tomar la decisión de descender al menos 500 metros y no retomar la subida hasta que los síntomas hayan desaparecido
– No tomar medicamentos como paracetamol u otros paliativos que puedan ocultar síntomas de mayor importancia.
– Si es posible, administrar oxígeno.
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